Cuándo se descubrió Mercurio?

Es difícil decir exactamente cuándo se “descubrió” Mercurio, ya que es el planeta más cercano al Sol y es visible desde la Tierra durante algunas horas después del atardecer o antes del amanecer. Es probable que Mercurio haya sido observado por diferentes culturas durante siglos, y se menciona en muchos mitos y leyendas antiguos.

Sin embargo, el primer registro conocido de la observación sistemática de Mercurio se remonta a la civilización babilónica, que comenzó a registrar los movimientos de los planetas y a utilizarlos para predecir eventos futuros hacia el año 1000 a.C. Los babilonios le dieron al planeta el nombre de “Nabu”, que era el dios babilónico de la sabiduría y la escritura.

En la Antigüedad clásica

Los griegos y los romanos también observaron y estudiaron a Mercurio. Los griegos le dieron al planeta el nombre de “Hermes”, que era el mensajero de los dioses y el dios de la comunicación, y los romanos le dieron el nombre de “Mercurio”, que era el equivalente romano de Hermes. A lo largo de los siglos, los astrónomos han continuado observando y estudiando a Mercurio, y hoy en día tenemos una comprensión bastante completa de sus características y comportamiento.

Mercurio es el planeta más cercano al Sol

Y tiene una órbita extremadamente excéntrica, lo que significa que su distancia al Sol varía enormemente durante su órbita. A su máxima distancia del Sol, Mercurio está a unos 0,47 unidades astronómicas (AU) del Sol, mientras que a su mínima distancia está a solo 0,31 AU del Sol. Esto significa que Mercurio tiene una órbita muy elíptica, en lugar de circular.

Mercurio también tiene una rotación muy lenta en comparación con la mayoría de los planetas del sistema solar. Su día sideral, es decir, el tiempo que tarda en dar una vuelta completa sobre su eje, es de unos 58,7 días terrestres. Esto significa que un día en Mercurio dura casi dos veces más que un año en Mercurio, ya que su órbita alrededor del Sol dura unos 88 días terrestres.

Mercurio también es el planeta del sistema solar con la mayor variación de temperatura. Debido a su órbita muy excéntrica y su rotación muy lenta, la superficie de Mercurio puede llegar a alcanzar temperaturas extremadamente altas durante el día y temperaturas extremadamente frías durante la noche. La temperatura media en la superficie de Mercurio es de unos -180 grados Celsius durante la noche y unos 430 grados Celsius durante el día.

 Aunque es posible ver a Mercurio desde cualquier lugar de la Tierra

la mejor época para verlo es cuando se encuentra en oposición al Sol, es decir, cuando está en el cielo opuesto al Sol.

La mejor época para ver a Mercurio desde la Tierra varía dependiendo de la ubicación geográfica. En general, Mercurio es más fácil de ver desde latitudes medias y en regiones donde el cielo es más oscuro, ya que el planeta está más alto en el cielo y es menos brillante que el Sol o que otras estrellas.

Desde observatorios situados en lugares con cielos oscuros y alejados de la contaminación lumínica, como montañas o zonas rurales, es posible ver a Mercurio con mayor claridad y detalle. También es posible ver a Mercurio con telescopios pequeños, aunque es un objeto débil y puede ser difícil de ver si hay mucha luz en el cielo.

Si quieres ver a Mercurio, es importante elegir un lugar con un horizonte despejado y mirar hacia el este o el oeste poco después del atardecer o antes del amanecer. Con un poco de paciencia y un poco de suerte, podrás ver a este interesante planeta.

Es poco probable que envíe asteroides hacia la Tierra

Mercurio es un planeta pequeño y no tiene una atmósfera ni un sistema de anillos, por lo que no tiene la capacidad de enviar asteroides hacia otros planetas como lo hace, por ejemplo, Saturno.

En general, los asteroides son pequeños objetos rocosos que orbitan alrededor del Sol y que se encuentran principalmente en la región del cinturón de asteroides, entre las órbitas de Marte y Júpiter. Algunos asteroides tienen órbitas más exteriores y pueden cruzar la órbita de la Tierra, lo que los convierte en potenciales peligros para nuestro planeta.

Sin embargo, la mayoría de los asteroides que se acercan a la Tierra vienen del cinturón de asteroides o de regiones más lejanas del sistema solar, como el cinturón de Kuiper o la nube de Oort.

Es raro que los asteroides provengan directamente.

Hasta la fecha, se han enviado un total de seis sondas

Mariner 10, MESSENGER, BepiColombo, Mercury Surface, Space Environment, Geochemistry and Ranging (MESSENGER), Mercury Planetary Orbiter (MPO) y Mercury Magnetospheric Orbiter (MMO).

La primera sonda fue Mariner 10, que fue lanzada por la NASA en 1973. Mariner 10 realizó tres flybys de Mercurio en 1974 y 1975 y envió imágenes y datos sobre el planeta de vuelta a la Tierra. La sonda también midió el campo magnético de Mercurio y detectó rayos cósmicos y partículas cargadas en su magnetósfera.

La segunda sonda fue MESSENGER, que fue lanzada por la NASA en 2004. MESSENGER orbitó durante más de cuatro años y envió imágenes y datos detallados sobre la superficie y el ambiente planetario de Mercurio de vuelta a la Tierra.

La tercera sonda es BepiColombo, una misión conjunta de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa (JAXA). BepiColombo fue lanzada en 2018 y llegará a Mercurio en 2025. La sonda está formada por dos módulos, el Mercury Planetary Orbiter (MPO) y el Mercury Magnetospheric Orbiter (MMO), que estudiarán la superficie, la atmósfera y el magnetósfera de Mercurio.

Además de estas sondas, hay varios observatorios terrestres que también han estudiado a Mercurio, como el Observatorio de Arecibo en Puerto Rico, el Observatorio de la Montaña Palomar en California y el Observatorio de Green Bank en Virginia Occidental. Estos observatorios utilizan radiotelescopios y otros instrumentos para estudiar la atmósfera, el magnetismo y el ambiente planetario de Mercurio.

En resumen, hay varios observatorios y sondas espaciales dedicados a estudiar a Mercurio y aprender más sobre este interesante planeta.